Una gota de Prince Rupert es un vaso extraño que puede soportar un golpe de martillo.

La prensa aprieta una pequeña y frágil gota de vidrio. Parece que otro segundo, y al haberse roto en millones de fragmentos, se dispersará en todas las direcciones. Pero nada de eso sucede. Que es esto ¿Una película fantástica modelada con un programa especial o un rodaje real? ¿Puede una gota de vidrio ser más fuerte que el metal? Resulta, tal vez, si esto no es una caída ordinaria, sino una caída del propio Príncipe Rupert.

Tal cuerpo de vidrio puede soportar la presión de una prensa o un golpe de martillo sin ningún daño. Pero ella tiene un punto débil, sabiendo cuál puede destruir fácilmente una gota de vidrio inusualmente resistente a los golpes. Uno solo tiene que romper su larga cola, ya que toda la gota se rompe en pedazos.

Gotas del Príncipe Rupert o, como también se las llama, lágrimas de Batavia: esto no se parece en nada al vidrio ordinario, congelado de cierta manera, y por lo tanto tiene propiedades únicas. La historia de la aparición de estas gotas se remonta siglos atrás, y ni siquiera está completamente claro quién fue el primero en inventar este milagro: científicos en el laboratorio o sopladores de vidrio profesionales. Se obtienen gotas de vidrio de forma similar si el vidrio no se enfría en el aire, sino en agua fría.

Se cree que se obtuvieron por primera vez en Batavia (el nombre latino de los Países Bajos) y, por lo tanto, adquirieron el nombre de "lágrimas de Batavia". De una forma u otra, pero la noticia de las gotas de vidrio inusuales se extendió rápidamente por toda Europa. Este vidrio inusual fue traído a Inglaterra por Rupert Pfaltsky, un político del siglo XVII que participó en muchos eventos importantes tanto en Europa como en América.

El método de producción de gotas de vidrio del Príncipe Rupert ha sido desconocido para el público en general. Sus extrañas propiedades impresionaron a la gente, muchos los consideraron algo místico. E incluso después de que se revelara el secreto de su recibo, la razón de su fuerza inusual seguía siendo un misterio. Y solo después de siglos, los científicos pudieron explicar lo que estaba sucediendo dentro de este misterioso pedazo de vidrio.

Al entrar en agua helada, el vidrio calentado a 600ºС comienza a enfriarse rápidamente. Primero, la capa externa de vidrio se enfría y contrae, formando una especie de caparazón. En este caso, la parte líquida interna de la gotita se enfría más lentamente, y no se produce una compresión tan fuerte, y surge una fuerte tensión entre esta y la cubierta. Es esta tensión la que resiste la presión externa, evitando que la sorprendente caída se rompa bajo la influencia de una prensa o un golpe. Pero vale la pena romper la larga "cola" de la gota, ya que la magia termina: toda la gota se rompe en pedazos debido a una violación de la integridad del caparazón.

Pero las lágrimas de Batavia no son solo una demostración maravillosa de los procesos físicos, sino también un fenómeno muy interesante que ha encontrado aplicación en la industria. El vidrio templado que tiene una mayor resistencia al impacto, así como una resistencia al calor significativa, se obtiene de manera similar. El vidrio regular en forma de lámina calentado a altas temperaturas se enfría instantáneamente con aire a baja temperatura. Es este método de producción lo que le da una fuerza increíble.

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