Kalakmul - la antigua ciudad maya que es capturada por la jungla

En el estado mexicano de Campeche, a media hora de la frontera con Guatemala, se encuentran las ruinas de la antigua ciudad maya de Kalakmul, o Chicnaab, como la llamaban los propios habitantes. Fue la capital de uno de los reinos, que, habiendo sobrevivido a sus mejores tiempos, cayó en descomposición y desapareció en la jungla circundante. Kalakmul se encuentra lejos de las principales rutas turísticas, y los viajeros no lo visitan con tanta frecuencia como, por ejemplo, las famosas ciudades de Chichén Itzá o Palenque. Por esta razón, la ciudad es invadida gradualmente por la jungla, y todo lo que se puede ver hoy son dos poderosas pirámides que se elevan por encima de las copas de los árboles.

La civilización maya no tenía un estado formalizado, sino que consistía en varias grandes ciudades del reino que libraban guerras constantes entre sí. Esta lucha interminable por el poder y las esferas de influencia llevaron al hecho de que las grandes ciudades, cuyos gobernantes perdieron la próxima batalla, rápidamente se hundieron, y sus habitantes se mudaron a lugares más prósperos. Esto sucedió con Kalakmul, quien fue la capital del reino de Canul y floreció hasta el siglo VIII.

Después de otra derrota de vecinos guerreros, Kalakmul entra en la era de la crisis. Este período se caracteriza por una construcción menor y una salida gradual de los residentes. Según los arqueólogos, el declive de la antigua capital comenzó en los siglos VIII-IX, lo que coincide parcialmente con el inicio de la crisis de toda la civilización maya en Yucatán. Para cuando los colonialistas españoles llegaron a estos lugares, un pequeño número de mayas vivía en las cercanías de la ciudad, y Kalakmul comenzó a crecer en la jungla.

Fue descubierto solo en los años 30 del siglo pasado durante un vuelo sobre la selva. Los arqueólogos comenzaron a estudiar las ruinas de Kalakmul, pero en este momento el trabajo se complica por la espesura que se aproxima. En una de las pirámides, se descubrió el lugar de enterramiento del gobernante del reino Kanul y, con toda probabilidad, la estructura misma sirvió como templo.