El desastre del Rin: cómo los países de Europa se unieron para salvar el gran río

El río Rin, que atraviesa el territorio de seis países a la vez, es uno de los símbolos de Europa. Desde la antigüedad, los pueblos europeos han vivido en sus costas, y hoy el Valle del Rin es una de las regiones más densamente pobladas del espacio europeo: más de 50 millones de personas viven aquí. Pero, por desgracia, el estado ecológico actual del río está lejos de lo que era hace cientos y miles de años: la civilización moderna deja su huella. El Rin es inferior en calidad de agua a muchos ríos europeos, en gran parte debido al desastre a gran escala que ocurrió en 1986.

Accidente en una planta química en Basilea, Suiza, 1986

Como resultado de una emergencia en una de las plantas de Basilea, más de 30 toneladas de sustancias tóxicas fueron arrojadas al río Rin. Los productos químicos y compuestos, incluidos el mercurio y los pesticidas peligrosos, terminaron en la parte alta del río. Los testigos presenciales de esos eventos recuerdan que la arteria del agua adquirió un color rojo antinatural, y que estaba categóricamente prohibido hacer esto en las ciudades que usaban agua de ella para beber. En pocos días, una ola de agua tóxica del Rin barrió río abajo, llegando al Mar del Norte. Como resultado de este desastre, se observó una plaga masiva de peces y otros habitantes marinos, y el agua en el Rin se volvió inadecuada para beber y la vida de la mayoría de sus habitantes.

El salmón desapareció del Rin antes del accidente en una fábrica en Suiza

La catástrofe provocó que las autoridades de los países ubicados en la cuenca del Rin echaran un vistazo al estado del río. Vale la pena señalar que incluso antes de este triste caso, la calidad del agua en el río no cumplía con muchos requisitos, y el nivel de varios contaminantes estaba por encima de la norma. La reconstrucción de Europa de la posguerra y el rápido desarrollo de la industria llevaron a un fuerte deterioro en el estado del Rin en la segunda mitad del siglo XX. Después de la liberación de toxinas, las autoridades evaluaron rápidamente las consecuencias catastróficas y comenzaron a restaurar el ecosistema del río. Se adoptó un programa a largo plazo destinado a reducir las descargas de contaminantes. Y el criterio principal para el éxito fue el regreso del salmón, que previamente había visitado el Rin para desovar, así como la presencia de tortugas marinas en la desembocadura del río. Por supuesto, se tomaron en cuenta los parámetros fisicoquímicos del agua, que después de la finalización del programa deberían haber sido adecuados para beber, así como la presencia de componentes tóxicos en los sedimentos del fondo.

Río Rin

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