En Inglaterra, restauró la cara de un hombre que vivió hace 4.500 años.

Una vez más, los especialistas pudieron restaurar la cara de un hombre que caminó por la tierra muchos miles de años antes que nosotros. Esta vez, la "cirugía plástica" se realizó en un hombre que vivió en Inglaterra hace unos 4.500 años. Los científicos están seguros de que una cara "viva" natural permitirá a las personas modernas sentir una conexión más fuerte con sus antepasados.

Inglés nativo

Los restos de un hombre fueron encontrados en la década de 1930 y 1980 en Inglaterra en uno de los montículos ubicados en Derbyshire. Se encontró un colgante de piedra en su cuello, que, muy probablemente, tenía un significado ritual. El análisis antropológico mostró que la altura de la persona era de aproximadamente 1,7 metros, y en el momento de la muerte, cuya causa no se pudo establecer, tenía entre 25 y 30 años. Los científicos también lograron descubrir que el hombre sobrevivió a una fractura curada sin éxito en su codo izquierdo.

El cráneo de un hombre no estaba completamente preservado, y durante mucho tiempo se creyó que seguiría siendo un grupo indefinido de huesos. Afortunadamente, la tecnología no se detiene, y 30 años después del último hallazgo hubo una oportunidad de ver cómo era un residente de Inglaterra hace 4.500 años.

Atrapa lo invisible

El Museo Buxton, donde se almacenan los restos, ordenó a un equipo de expertos forenses de la Universidad John Moors de Liverpool (Face Lab) que reconstruyera la cara del hombre antes de la exposición, que se realizará en septiembre de 2017. Face Lab tiene una amplia experiencia en estos asuntos: utilizando diversas tecnologías, incluido un escáner 3D, los expertos forenses restauran los rostros de las personas que murieron hace muchos siglos, así como de los que murieron recientemente y son objeto de investigaciones policiales.

El equipo procesó cada hueso facial usando un escáner, colocando copias digitales de los huesos restantes en la pantalla de una computadora, como un rompecabezas. La apariencia de esas áreas de las que no había huesos, los expertos tuvieron que "averiguar a simple vista": en la imagen reconstruida están borrosas.

Por cierto, ahora el equipo de Face Lab está trabajando en la reconstrucción de la cara de una momia egipcia llamada Ta-Kesh, que tiene 2700 años. Se encuentra en el Museo Maidstone, Inglaterra.

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