Elizabeth Parrish: la primera persona modificada genéticamente del mundo

La idea de la eterna juventud o al menos una vida más larga y saludable preocupaba a la humanidad en todas las etapas del desarrollo de la civilización. Los científicos siempre han estado interesados ​​en la posibilidad de aumentar la esperanza de vida de una persona, y ahora, cuando se agotaron los logros en el campo de la nutrición adecuada y un estilo de vida activo, volvieron la vista hacia los cambios genéticos.

Cuando vemos historias de que los genetistas realizan experimentos en animales de laboratorio, cambian el genoma, por ejemplo, para frenar el envejecimiento de las células, nos parece que todo esto es del reino de la fantasía y del futuro lejano. Pero resulta que la ficción se ha convertido en realidad. Un hombre con genes modificados artificialmente ya vive en la Tierra.

Esta es la estadounidense Elizabeth Parrish, que aceptó la intervención de genetistas para detener el envejecimiento de su cuerpo y, por supuesto, beneficiar al mundo. De hecho, también es una de las líderes de la compañía científica y médica BioViva, que realiza este audaz experimento.

Para comprender la esencia de los cambios artificiales, es necesario resaltar el problema del envejecimiento desde un punto de vista genético. El proceso de envejecimiento en sí está incrustado en nuestro ADN, y comienza con el proceso de reducción de los procesos terminales de los cromosomas, los llamados telómeros. Cuanto mayor es la edad biológica de una persona, más cortos son sus telómeros. En el proceso de crecimiento celular, se produce la división del ADN, que se acompaña del acortamiento de los telómeros y finalmente conduce al envejecimiento y la muerte celular.

A finales de 2015, Elizabeth Parrish introdujo material genético que, al penetrar en el interior del núcleo de cada célula de su cuerpo, provocaría cambios y contribuiría a un aumento en la longitud de los telómeros. Por lo tanto, según los científicos, el proceso de envejecimiento se detendrá y se producirá un rejuvenecimiento general del cuerpo.

Teniendo en cuenta que los resultados de tal experimento pueden ser los más impredecibles, incluso fatales, Elizabeth incluso escribió una apelación en la que confirmó su consentimiento para la inyección y expresó una comprensión de la gravedad de la intervención genética. Incluso para introducir el material genético, incluso tuvo que viajar a Colombia, ya que tales experimentos con personas en los Estados Unidos están prohibidos por la ley.

Y ahora, los científicos ya han presentado los primeros resultados del experimento. Hasta ahora, todo parece más que optimista: la edad biológica de una mujer ha disminuido en unos 20 años. Esto se expresa en el estado de los leucocitos de su sangre, así como en los telómeros de los cromosomas, que son alargados, en lugar de destruirse aún más. La aparición de la mujer de 45 años también ha sufrido algunos cambios. Su piel se volvió más firme y su condición de cabello mejoró.

Por supuesto, es demasiado pronto para sacar conclusiones finales, pero los resultados ya pueden considerarse un gran avance en la lucha contra el envejecimiento del cuerpo humano. Los científicos esperan que tal tecnología ayude al mundo en la lucha contra las enfermedades relacionadas con la edad, así como también con algunas anormalidades genéticas.

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